Le tengo tantísimo cariño a este movimiento porque ha sido el instrumento que todo artista (sin denominarme yo como tal, porque no lo soy) necesita para ejecutar su disciplina. Congenia como nexo para mi de un modo tal como podría ser la maza y el cincel del escultor, el pincel y el óleo del pintor o los punzones del artesano. Pero no como elemento que me ayuda a ejecutar lo que llevo dentro de mi, si no como la herramienta que me moldea; es como si yo fuese la materia prima que a través de una técnica y tras su proceso conlleva la existencia del producto. A su vez, yo dispongo de mis propios materiales y mis propias técnicas para ejecutar algo de lo que me retroalimento.
Desde que decidí tomarme en serio formar parte activa del movimiento (ya que como parte pasiva, como oyente, llevo años), si algo puedo decir es que he aprendido una gran cantidad de lecciones que no sólo me sirven dentro del movimiento, si no que son experiencias que utilizo para tomar decisiones en mi vida diaria. He conocido gente con la que he creado vínculos más allá de la personalidad, que giran en torno al pensamiento, he perdido tiempo, dinero, alguna que otra amistad y alguna que otra pareja. Pero puedo afirmar sin temor a equivocarme que todo ello ha merecido la pena.
¿Y todo esto para que? Para una primera referencia que solamente cuenta con cuatro canciones, cuatro pedazos de mi. Pero va más allá de eso, es una piedra en el camino que a su vez es meta, que a su vez supone la primera victoria. Cuatro canciones muy personales, que hay que leer entre líneas. Ha costado mucho tiempo, trabajo y sacrificio poder poner en vuestros oídos lo que realmente me llena como persona, muchas noches buscando la frase idónea, muchos quebraderos de cabeza para coincidir con la gente, para montar un producto del que en resumidas cuentas, cuando pasen unos años, aunque no nos represente al mismo nivel que hoy en día, no podamos avergonzarnos del mismo. Bien es cierto que podían haber salido cosas antes, pero todo proceso tiene su velocidad y su momento.
Hoy os puedo presentar orgulloso y sin fin alguno, ni de expansión, ni de reconocimiento, simplemente de satisfacción personal, mi primera referencia en solitario, Opus II: Attitude. Algunos de los que me conocéis habréis escuchado un par de estos temas hasta la saciedad; otros, prácticamente ninguno. He contado con quien realmente me apetecía trabajar por primera vez, con la gente que ha estado ahí desde el principio (Bösen y Threes, y mi hombre Zese, que aunque no aparezca en el tracklist, forma parte de todo esto, él puede dar fe), y con los que comparten un punto de vista parecido al mio y les representa mi trabajo (Jay Mohedano, al que le estaré siempre agradecido por confiar en mi trabajo sin tener referencias y Dj Rahbeat, con el que cada vez me entiendo mejor y es un lujo que aporte su arte a mi trabajo), y a mi hermano de sangre, que ha hecho la maravilla de Artwork que es la portada
No voy a entretenerme más ni a darle más vueltas, espero que lo disfrutéis tanto como yo he disfrutado en este viaje que no ha hecho más que empezar. Me gustaría dedicárselo a la gente de mi crew, por haber creído en ello de algún modo o en algún momento, al que ha participado de forma activa para que pueda ver la luz (mención especial a Juanmy, que hace que no me de tanta dentera mi voz grabada, que saca un sonido gordo y que es más profesional que cualquiera, sin él esto si que no sería posible, ¡jefe!), a mi familia por soportarme, a todo aquel y más bien aquella que ha inspirado cualquiera de las rimas o ideas que aparecen aquí, y también a todo aquel que no le gusta u odia lo que hacemos, porque en parte nos hace coger fuerzas para seguir adelante.
Mucho amor.
JimmyAttitude
Opus II: Attitude
