viernes, 9 de septiembre de 2011

Cuando hablamos de amor

"- El monstruoso deseo de que no recuperemos la vista.
- ¿Por qué?
- Para seguir viviendo así.
- ¿Quieres decir todos juntos o tú conmigo?
- No me obligues a responder.
- Si fueses sólo un hombre podrías esquivar la respuesta, como hacen todos, pero tú mismo acabas de decir que eres un viejo, y un viejo, si haber vivido tanto sirve de algo, no debería volverle la cara a la verdad, responde. 
- Yo contigo.
- ¿Y por qué quieres vivir conmigo?
- ¿Esperas que te lo diga delante de todo el mundo?
- Cosas más sucias, más feas, más repugnantes hemos hecho unos ante los otros, seguro que no será peor lo que tienes que decirme.
- Sea, si lo quieres, porque al hombre que aún soy le gusta la mujer que tú eres.
- ¿Tanto te ha costado hacer una declaración de amor?
- A mi edad uno tiene miedo al ridículo.
- No ha sido ridículo.
- Olvidemos esto por favor.
- No tengo intención de olvidar ni dejarte que olvides.
- Es un disparate, me has obligado a hablar y ahora...
- Y ahora me toca a mi.
- No digas nada de lo que puedas arrepentirte, recuerda lo de la lista negra.
- Si yo soy sincera hoy, ¿que importa que mañana tenga que arrepentirme?
- Cállate.
- Tú quieres vivir conmigo, yo quiero vivir contigo.
- Estás loca.
- Viviremos aquí, como un matrimonio, y juntos seguiremos viviendo si tenemos que separarnos de nuestros amigos, dos ciegos pueden ver más que uno.
- Es una locura, tú no me quieres.
- ¿Qué es eso del querer? Yo nunca quise a nadie, sólo me acosté con hombres.
- Estás dándome la razón.
- No lo estoy.
- Has hablado de sinceridad, respóndeme sinceramente si es verdad que me quieres.
- Te quiero lo suficiente como para querer estar contigo y esto es la primera vez que se lo digo a alguien.
- Tampoco me lo dirías a mi si me hubieras encontrado antes, un hombre viejo, medio calvo, el pelo que le queda blanco, con una venda en un ojo y una catarata en el otro. 
- No lo diría la mujer que entonces era, lo reconozco, quien lo ha dicho es la mujer que ahora soy.
- Veremos entonces qué va a decir la mujer que serás mañana.

(...)

El segundo abrazo fue para el viejo de la venda negra, ahora sabremos realmente lo que valen realmente las palabras, nos conmovió tanto el otro día aquel diálogo del que salió el hermoso compromiso de vivir juntos estos dos, pero la situación ha cambiado, la chica de las gafas oscuras tiene ahora ante si a un hombre viejo a quien ya puede ver, se han acabado las idealizaciones emocionales, las falsas armonías en la isla desierta, arrugas son arrugas, calvas son calvas, no hay diferencia entre una venda negra y un ojo ciego, es lo que él está diciendo en otros términos.

- Mírame bien, yo soy la persona con quien tú dijiste que vivirías.
- Te conozco, eres la persona con quien estoy viviendo.

Al fin hay palabras que valen más de lo que habían querido parecer, y este abrazo tanto como ellas."

José Saramago - "Ensayo sobre la ceguera" 



Si estás con tu novia y te fundes en un abrazo después de hacer el amor,
te refrescas en el manantial de vida de sus labios,
sus caricias erizan el bello,
se para el tiempo, se agudizan los sentidos, placeres inadvertidos,
y percibes el olor del viento en el séptimo cielo,
difuminar el ruido, encantos del jilguero,
recuerda, que si le diste por el culo o te corriste en su boca,
puede que otro lo hiciera primero.

Víctor González, LUE



Rodrigo J. Gozalvez - Por amor al odio




JimmyAttitude

1 comentario:

  1. "- No lo diría la mujer que entonces era, lo reconozco, quien lo ha dicho es la mujer que ahora soy.
    - Veremos entonces qué va a decir la mujer que serás mañana."

    Es básicamente, precioso, y más si lo acompañas con esa música que has añadido.

    Me recomendaron tu blog y sin duda, buena recomendación.

    - Una de 100 gaviotas - *

    ResponderEliminar