Soy un afortunado si tengo cobijo en un abrazo no convenenciero,
ser un buen hijo no está exento de tropiezos,
quiero que mi familia sepa que el amor a esto es mi felicidad,
y que es un trabajo como otro, con rachas y épocas,
con ilusión, a veces en las nubes otras con el agua al cuello,
una victoria a cualquier precio es una estupidez,
os doy las gracias por que estaréis conmigo en la vejez,
pa' celebrarlo.
Víctor, DeBuenosTontos
Hoy brindo por mi, por la ilusión que deposité en cada gesto y que me fue devuelta. Por la fe, la lucha, la entrega incondicional más allá de los parámetros, de baremos, de bien y de mal. Por el amor y el cariño, las madrugadas, los olores, la complicidad. Por la felicidad, por mi y por ella. Se feliz.
Hoy es uno de esos días en qe no me sirve ser buena persona.
tú suenas bien si... yo tengo en la polla un piercing,
soy el boss y no Bruce Springsteen,
quiero grouppies que la chupen por speed,
agujas cicatriz...
Ihón
Porque influenciar a una persona es darle nuestra propia alma. Ésta no tendrá sus propios pensamientos, y se incendiará con sus propias pasiones. Sus virtudes no serán reales, sus pecados, si existen los pecados, serán prestados. Se convierte en el eco de la música de otro, el actor de una parte que no ha sido escrita para él. El objetivo de la vida es el desarrollo de su propio yo. Encontrar su naturaleza apropiada, es esto por lo que cada uno de nosotros estamos aquí. El mundo tiene miedo de sí mismo, se han olvidado de la mayor de todas las obligaciones, la propia. Claro que son caritativos, alimentan al hambriento, y visten a los mendigos. Pero su propio ser está famélico y desnudo. La valentía huyó de nuestra raza. Tal vez nunca la tuvimos. El terror a la sociedad, que es la base de la moral, el terror a Dios, que es el secreto de la religión, estas son las dos cosas que nos gobiernan. Y sin embargo... Sin embargo, creo que si un hombre viviera su vida completamente y hasta el límite, si le diera forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada sueño. El mundo alcanzaría un impulso tan fresco de alegría que olvidaríamos lo malo de la mediocridad, y regresaríamos a la época helénica ideal, a algo más dulce, más rico, que el ideal helénico. Pero hasta el hombre más valiente tiene miedo de sí mismo...Se ha dicho que los mayores acontecimientos del mundo suceden en nuestro cerebro. Es en el cerebro, y sólo en él, donde los grandes pecados del mundo suceden. Usted señor Gray, usted mismo, con su sonrosada juventud y blanca adolescencia, ha tenido pasiones que le asustaron, pensamientos que le llenaron de terror, sueños estando despierto y dormido cuyos recuerdos podrían manchar sus mejillas de vergüenza.
Tantas veces le había oído decir estas cosas, que no tenían ninguna novedad para él. Emma se parecía a las amantes; y el encanto de la novedad, cayendo poco a poco como un vestido, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje. Aquel hombre con tanta práctica no distinguía la diferencia de los sentimientos bajo la igualdad de las expresiones. Porque labios libertinos o venales le habían murmurado frases semejantes, no creía sino débilmente en el candor de las mismas; había que rebajar, pensaba él, los discursos exagerados que ocultan afectos mediocres; como si la plenitud del alma no se desbordara a veces por las metáforas más vacías, puesto que nadie puede jamás dar la exacta medida de sus necesidades, ni de sus conceptos, ni de sus dolores, y la palabra humana es como un caldero cascado en el que tocamos melodías para hacer bailar a los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas.